Apareció de repente, como siempre, estaba yo dejándome aplastar por el peso de la noche, en ese trance en parte agónico que conlleva perder la consciencia y pasar al otro lado, casi narcotizada por el cansancio, apenas percibiendo los estertores del día que termina. Apareció para despertarme y meterme miedo en el cuerpo cuando ya …