Otoño (ahora sí), ha parado de llover pero el sonido que hace la llama de la estufa de gas recuerda al de la lluvia al caer, oscuridad, a veces parece que en la habitación entra un relámpago a través de la ventana, no hay tormenta, tan solo son las luces largas de los coches al pasar por la carretera comarcal que da al camino de mi casa, alumbran casi tanto como un flash de aquellos que se colocaban en la parte de arriba de las cámaras antiguas, aquella potencia de luz te dejaba casi inmovilizada (como un gato se queda en la carretera deslumbrado frente a los faros del coche), contribuyendo a convertir el instante en una ceremonia casi sobrenatural, en la que la luz asusta al momento a retratar casi tanto como el agua fría a les fabes cociendo en la olla. Y hasta aquí hemos llegado, a otra estampa cotidiana, ja, ja, ja.
La guerra en la franja de Gaza al fondo, cientos de niños de la edad de mis hijos cayendo como moscas, sobrecogedor. «El señor de las moscas», me ha venido a la cabeza. Y en este agónico contexto de muerte e injusticia pasado mañana «Primas hermanas» realizaremos una sesión de fotos para acompañar el lanzamiento de nuestras nuevas canciones, lo sentimos como una frivolidad, sin duda (lo siento, no sabemos vendernos). En el mes de diciembre colgaremos un par de temas en las plataformas, en febrero el resto, todas ellas conforman el EP titulado «Después de Vieya, Gaitera»: Piel Utópica, Salvavidas, Caricias, Rafaela Aparrá (híbrido entre Rafaela Carrá y Rafaela Aparicio), Después de Vieya Gaitera y otra que aún no sabemos si llamarla «Hablas», «Sobreexplicación», «Mansplaining»… Nuestras canciones no suenan modernas (aunque supuestamente en la modernez ahora mismo cabe todo), tampoco antiguas, yo creo que suenan bien y son agradables de escuchar, elegantes, tristes e irónicas al mismo tiempo, unas más que otras y en algunas alcanzamos a conmover, que es de lo que estamos más orgullosas (impagable como crítica musical, ya lo sé). No pretendía hacer una nota de prensa pero parece que es lo que está saliendo. Antía y yo hemos decidido salir en las fotos con unas bolsas de plástico, de ir a la compra o de un supermercado, en la cabeza. Lo hemos visto tantas veces por la calle, señoras mayores, como yo ya soy, a las que la lluvia les pilla desprevenidas y ni cortas ni perezosas se mangan una bolsa de plástico en la cabeza para protegerse del agua y la humedad, haciendo uso de la creatividad pero también del desparpajo, la espontaneidad, el humor, el juego y la falta de prejuicios. El paraguas colgado a la espalda también nos gusta mucho aunque lo hemos visto más en los paisanos. En nuestro primer LP «Miss Medolías», ya habíamos dedicado un tema a las madres de la generación del Baby Boom «La Cochinchina», escribo desde una casita a la que he bautizado así… y seguimos en la misma línea, reivindicando a las mujeres que nos procuraron los cuidados cuando aún no se ponían en valor, a su esfuerzo silencioso y sobre todo silenciado, a su aguante, paciencia y meticulosidad, a su insistencia y su gran capacidad para hacer de lo rutinario y efímero (como es la naturaleza de las tareas domésticas) algo motivador seguramente porque estaba al servicio de conseguir que sus hijos e hijas tuvieran mejor vida que la que a ellas les tocó tener. Mujeres somos muchas y diversas y podemos realizarnos de muchas formas, no únicamente desarrollando las funciones y tareas que siempre se nos han asignado en relación al género, especialmente (y no siempre en igualdad real), hemos conseguido esto o estamos en ello las que pertenecemos a generaciones posteriores.
Desde que emprendimos el proyecto de Primas hermanas, he echado mucho tiempo y energía en darle un sentido a todo ello, no consistía en seguir haciendo música por hacer sino en dar salida a nuevas canciones que siempre han sido muy personales y autobiográficas pero el motor no podía ser el ego únicamente, si bien también las mujeres tenemos derecho a disfrutarlo, sino el deseo de ir hilando y compartiendo una crónica socio sentimental de lo que significa ser mujer en un espacio social no igualitario y con el que es imposible estar conforme, la incomodidad es creativa, sin duda. La naturaleza y tribulaciones del amor, las emociones, relaciones, sentimientos y su cuestionamiento como construcción sociocultural está muy presente en nuestro discurso, por ende el cuestionamiento de una misma y sus procederes. Todo ello aderezado desde la poesía, la búsqueda de la melodía y también de la catarsis. Lo más bonito de todo este viaje es encontrarse con otras personas, no únicamente mujeres, que se han identificado con el planteamiento y los temas, no valoramos el número de personas que nos escuchan tanto como el que nos sigan acompañando, a pesar de que nuestras canciones salen cada mucho tiempo, siempre estáis ahí (gracias, sabemos que quien espera a veces desespera).
Quiero agradecer antes de terminar esta entrada, a toda la familia artística que nos rodea y acompaña, primeramente a Antía Eseuve, mi talentosa y generosa compañera de banda, un alma gemela de varias generaciones posteriores con la que me entiendo a la perfección, a pesar de las dificultades para encontrarnos siempre estamos en sintonía, Antía ha hecho suyo un proyecto de naturaleza muy personal y por lo tanto no se entiende sin su presencia, el contrapunto ideal de unas canciones que sin ella serían mucho más oscuras. Beatriz Concepción y el Sello Osopolita han apoyado desde el principio un proyecto muy minoritario y deficitario, pandemia por medio además, muchas gracias, de verdad de la buena, gran directora y mejor amiga. Germán Mingote y María Vincelle, un orgullo de banda, no sabéis lo que agradezco vuestro talento, buen hacer y determinación, siempre estáis ahí cuando os necesitamos y creo que sois ¿fans?, además. Germán Mingote de nuevo, arreglista, técnico y coproductor, junto a nosotras, del anterior EP «El Amor» y del que comenzaremos a presentar pronto «Después de Vieya…». Es una maravilla trabajar contigo y un privilegio presenciar tu genialidad musical y técnica. Fiumfoto, hermana y cuñado fantásticos, siempre fans y apoyando desde el principio con vuestras maravillosas fotos, os merecéis todo lo que os está pasando con el LEV y el resto de proyectos que desarrolláis, ya era hora de que alguien os valorara como os merecéis (lo digo por el reciente premio), Cortexiphan, otros fieles de Primas hermanas desde nuestro segundo vídeo, sentimos vuestro amor y cercanía siempre, os queremos un montón y lo sabéis (bueno también que no os puedo seguir el ritmo en las fiestas, sorry), Noelia Aeropuerto, artista gráfica con dotes de maga y malabarista, está siendo un placer trabajar contigo y presenciar cómo desarrollas tu creatividad y habilidades, gracias por volcarte.
Todo esto no hubiera sido posible sin el apoyo de todas las personas que me rodean y quieren bien, que son muchas. Me siento una privilegiada por poder seguir llevando adelante este pequeño pero hermoso proyecto musical a la par que criar a dos adolescentes y realizar un trabajo comprometido con el bienestar y la salud mental de las personas. Gracias a todas las personas que facilitáis que esto pueda seguir ocurriendo y a todas las que me procuráis amor, apoyo y cariño, ingredientes sin los que yo no podría seguir adelante. Ay que me emociono 😉