Había realizado la gran mayoría del trayecto a buen ritmo, deslizándome suavemente por la carretera, como si el coche se dirigiera solo y el volante se hubiera vuelto un simple asidero. Empezaba a amanecer. Tan solo quedaba bajar el puerto , un par de túneles y una recta. Llegar a la hora significa encontrar aparcamiento …